Desde nuestro sombrío y perenne confinamiento los
enfermos neuroinmunes, afectados por FM, SQM, EHS, EM/STC, comprobamos como
nuestros familiares, amigos, vecinos, compatriotas y habitantes de nuestro
planeta sufren un encierro parecido al nuestro.
Apoyamos con fuerza y cariño la labor de todos los que
aúnan esfuerzos para combatir la pandemia, salvar vidas y ofrecer su ayuda
logística para que podamos comer y vivir preservados en nuestras casas.
Para nosotros, este encierro es casi nuestra forma de
vida debido a nuestras dolencias, síndromes, enfermedades como queráis
llamarles. Nuestro sufrimiento es tal que muchas veces quisiéramos huir de esta
vida tan caótica y dolorosa. El dolor bestial corroe nuestro cuerpo entero, un
dolor parecido al del alumbramiento, pero sin ninguna recompensa. Día tras día,
año tras año.
Y si fuera poco, a pesar de la Fibromialgia, tenemos un
agotamiento exhaustivo que a veces no nos deja ni vestirnos o realizar la más
mínima de las tareas o entender cualquier complicación a causa de la
Encefalomielitis Miálgica.
Añadidos a esta extenuación permanente y complicaciones
cognitivas el Síndrome Químico Múltiple, es decir reacciones violentas a
ciertos químicos nos produce a veces parálisis faciales, entumecimientos,
ciertas hemiplejias, bajadas de tensión…
En cuanto a los que sufren Hipersensibilidad eléctrica
tienen que vegetar de por vida en habitaciones blindadas contra las radiaciones
electromagnéticas, sobrevivir de mala manera si no tienen recursos para
encarcelarse con los materiales debidos o abandonar la vida terrestre.
Este pequeño esclarecimiento es muy básico. No hay libros
ni tratados que pudieran dar una elucidación exhaustiva de estas cuatro
enfermedades.
Muchos médicos y especialistas no están formado para
atendernos o no conocen nuestras patologías. La sociedad nos tilda de loc@s y
todos juntos nos encaminan al psiquiatra cuando está sobradamente verificado
que nuestros síndromes son demostrables en análisis, radiografías y pruebas
médicas.
Todos los años salimos a la calle para reivindicar
nuestros derechos, reconocidos por la constitución, pedir formación gratuita de
los sanitarios, unidades específicas en cada hospital de provincia y pensiones
para los que ya no pueden trabajar.
Este año no podremos salir a manifestarnos os pedimos que
os unáis a nuestra marcha virtual que tendrá lugar a través de las redes
sociales.
Queremos dejar de ser invisibles. Tenemos derecho a una
sanidad justa.
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